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12 de enero de 2021
El presidente del Consejo Europeo inauguró el 12 de enero de 2021 la 13ª Conferencia Espacial Europea. Con esa ocasión pronunció unas palabras en la que puso de relieve la importancia de la política espacial europea para alcanzar los objetivos estratégicos de la Unión Europea.
La Unión Europea es una potencia mundial en el espacio. Pero, ante todo, los 27 Estados miembros somos una potencia global. El año 2020 fue un año desafiante y extraordinario que nos unió y nos hizo más fuertes. Especialmente en tres áreas.
En primer lugar, decidimos poner nuestro clima y la transición digital en el centro de nuestra estrategia de prosperidad. En segundo lugar, decidimos movilizar medios sin precedentes para alcanzar nuestros ambiciosos objetivos. Y tercero, nos comprometimos a ser estratégicamente más autónomos
El sistema Copérnico, que constituye “los ojos de Europa en la Tierra”, señala los estándares en el espacio y la UE está además marcando las reglas de actuación con respecto al clima. La Unión se ha comprometido a convertirnos en el primer continente carbono neutral para 2050 y a reducir nuestras emisiones de carbono en un 55% para 2030. La UE quiere convertirse en el líder del mundo verde.
La estrategia digital es también ambiciosa, queriendo encabezar la revolución digital: la de los datos, la de la computación en la nube y la de la inteligencia artificial. El modelo europeo, basado en valores y libertades individuales, puede dar a la UE una ventaja competitiva sobre otros modelos existentes en el mundo.
Para alcanzar esos objetivos se acordó un presupuesto y un plan de recuperación de 1,8 billones de euros, financiado con la emisión de bonos europeos.
La Unión Europea quiere fortalecerse como un todo, no sólo como la suma de los Estados miembros. Más fuerte para defender mejor nuestros valores e intereses en el mundo. Esto significa construir una mayor autonomía estratégica. Menos dependencia, más influencia. Significa defender la cooperación multilateral para un mundo más abierto y justo. Y dejando atrás una cierta ingenuidad, significa veintisiete Estados miembros unidos para alcanzar un conjunto de objetivos claros.
Hay dos ejemplos muy recientes: el acuerdo del Brexit con el Reino Unido; y el acuerdo de inversión con China. En el Brexit, los Estados miembros de la UE se mantuvieron firmes y unidos, desde el principio. El acceso a un mercado único de 450 millones de consumidores sólo es posible respetando nuestros estándares y las reglas del juego.
En cuanto a China, estamos decididos a reequilibrar nuestra relación comercial y lograr una mayor reciprocidad.
La política espacial de la Unión, junto con un sector espacial fuerte y dinámico, es esencial para implementar nuestras estrategias climáticas y digitales. Copérnico es ya una herramienta espectacular para vigilar y observar nuestro planeta, ofreciendo los datos más precisos del planeta Tierra 24/7.
En el ámbito digital, las comunicaciones espaciales están creando nuevas y mejores oportunidades. Los proyectos de satélites en órbita terrestre baja, en particular, deberían permitir desarrollar la conectividad de banda ancha en toda Europa, una clave para el éxito de la transición digital.
Por otra parte, en nuestro nuevo programa espacial gastaremos 14.900 millones de euros, lo que es un aumento significativo con respecto al presupuesto anterior. Esto ayudará a intensificar el apoyo a una base industrial espacial que ya es altamente competitiva y tiene un gran potencial de crecimiento. Incluyendo los datos hasta el Internet de las cosas, la banda ancha, la observación de la Tierra y, por supuesto, los sistemas de lanzamiento.
Estamos decididos a hacer todo lo posible para apoyar y facilitar el acceso a la financiación en estos ámbitos, en particular para las empresas emergentes y las PYME. Esto es así tanto en el sector espacial como en el sector digital, que impulsará la economía espacial.
El espacio tiene un impacto directo en el objetivo geopolítico de tener una autonomía estratégica. La UE es ya un actor importante en el espacio. Si quiere ser más fuerte y segura de sí misma en el panorama global, también debe ser más fuerte en el espacio. Se debe garantizar un acceso seguro, autónomo, fiable y asequible al espacio. A medida que aumenta la competencia en el espacio, se necesita usar nuestro peso como actor global para ayudar a construir una sólida gobernanza global. Esto será esencial para la actividad espacial innovadora y sostenible. La gestión del tráfico espacial y de los desechos espaciales son también un desafío. Europa, como líder en cooperación multilateral, tiene un papel clave que desempeñar en la protección del interés global colectivo.
Un sector espacial europeo robusto es esencial para una UE robusta. El desarrollo del sector espacial ayudará a reforzar la autonomía estratégica, objetivo número uno de esta generación. Esto abarca todos nuestros objetivos operativos. El espacio está preparado para crecer a un ritmo fenomenal. Y esto tendrá un impacto igualmente fenomenal en el objetivo estratégico de mayor autonomía.
La Unión Europea nació de un sueño. Ese sueño es hoy una realidad que debe ser constantemente cuidada y fortalecida.