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Pedro Calderón de la Barca nace en Madrid el 17 de enero de 1600. Realiza sus primeros estudios en el Colegio Imperial de los Jesuitas, hoy Instituto San Isidro, en la Universidad de Alcalá y finalmente en la de Salamanca. Inicia su actividad literaria muy joven y la va alternando con periodos de milicia.
En 1625 entra al servicio del VI Duque de Frías como soldado de los Tercios, participando en las guerras que libraba la Corona española en Flandes y el Norte de Italia. En 1637 obtiene del Rey el hábito de Caballero de la Orden de Santiago.
En 1640 se reincorpora a la milicia, esta vez en el Regimiento de las Órdenes Militares, interviniendo en los frentes de Aragón y Cataluña durante la sublevación de esta región contra la Corona, siendo herido en el sitio de Lérida. En 1642 abandona la vida militar pasando al servicio del Duque de Alba y dedicándose de nuevo a la actividad literaria. En 1651 es ordenado sacerdote, trasladándose a Toledo.
Su obra literaria es ingente: más de ciento diez comedias, cerca de ochenta autos sacramentales y un número indeterminado de obras cortas. Su obra es el espejo de un siglo fundamental de la historia de España, el XVII, siendo testigo de tres reinados, Felipe III, Felipe IV y Carlos II, con la Europa de la Guerra de los Treinta años de fondo y coincidiendo con la época del Siglo de Oro español de las letras y las artes.
Su experiencia en los Tercios le permitió captar la idiosincrasia de nuestros soldados, como queda reflejado en una de las mejores descripciones que se han hecho de ellos en la literatura española, especialmente en dos de sus obras, “El Sitio de Breda” y el poema dedicado al soldado español de los Tercios con sus dos famosas estrofas:
“Nunca la sombra vil vieron del miedo
y aunque soberbios son, son reportados.
Todo lo sufren en cualquier asalto.
Sólo no sufren que les hablen alto”“Aquí la necesidad
no es Infamia; y si es honrado,
pobre y desnudo un soldado
tiene mejor cualidad
que el más galán y lucido;
porque aquí a lo que sospecho
no adorna el vestido al pecho
que el pecho adorna el vestido”
Calderón muere en Madrid el 25 de mayo de 1681 y sus restos, depositados en la Iglesia de San Pedro en la calle de San Bernardo, desaparecieron en el incendio provocado en la iglesia al inicio de la Guerra Civil en 1936.
Juan Bosco Valentín Gamazo de Cárdena