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En 1801 la España de Carlos IV, gobernada por el ministro Manuel Godoy, declaró la guerra a un Portugal anglófilo. Esta campaña estuvo alentada por la Francia de Napoleón. Ésta fue la llamada Guerra de las Naranjas. La campaña militar apenas duró dieciocho días entre mayo y junio de 1801. En ella, un ejército español al mando de Godoy ocupó sucesivamente múltiples plazas portuguesas, entre ellas Arronches, Castelo de Vide, Campo Maior, Portalegre, Olivenza y Juromenha. La resistencia portuguesa fue mínima. El generalísimo Godoy envió unas cajas de naranjas portuguesas como presente a la reina. La paz se firmó en Badajoz el 6 de junio devolviéndose todas las plazas conquistadas a Portugal con la excepción de Olivenza y su comarca. Estos territorios habían pertenecido a la corona de Castilla durante el medievo. La línea divisoria entre España y Portugal se fijó de facto en aquella zona utilizando el curso del río Guadiana. Este sector aún no está definido por el tratado de límites entre ambos países.