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Muere heroicamente, luchando contra los insurrectos moriscos, en la Serranía de Ronda, uno de los Jefes de la Artillería española, el gran artillero y distinguido ingeniero D. Francisco Ramírez de Madrid, organizador de la entonces incipiente Artillería y su jefe superior en las campañas de Portugal y Granada, en las que desempeñó un papel muy importante y decisivo.
Sus padres fueron Juan Ramírez de Oreña, regidor de Madrid y Catalina Ramírez de Cóbreces, hidalgos naturales de san Vicente de la Barquera (Cantabria) y que se establecieron en la corte. El nació en Madrid en 1445, fue uno de los grandes Capitanes de su época y apodado «el Artillero», cambio el apellido por el lugar de nacimiento.
Tras su intervención en la batalla de Zamora donde Francisco Ramírez se distinguió a los ojos de los Reyes, pues acto seguido le confirmaron las mercedes y oficios recibidos de su antecesor, nombrándole, además secretario real. Durante la campaña contra los portugueses intervendría organizando el apoyo artillero y logístico de las tropas a lo largo de la frontera. A partir de estos hechos su ascensión fue rápida por su valía siendo ascendido a Capitán General de la Artillería. Participó activamente en la guerra de Granada al mando de la Artillería realizando una nueva estrategia y logística que propicio la victoria de una serie de batallas como Cambil, Loja, Málaga, Almería, Guadix, Ronda y Salobreña
Había casado en 1473 con Isabel de Oviedo, natural de Madrid, de la que enviudó en 1484.
El día 20 de diciembre de 1490, Albalá de los Reyes Católicos concedido a Francisco Ramírez de Madrid nuestro secretario e nuestro Alcaide de la villa y fortaleza de Salobreña e Motril, la tendencia de 250.000 maravedíes al año. Esto era aparte de su salario de Capitán General de la Artillería de España.
Y en diciembre de 1491 contrajo nuevo matrimonio con la escritora y humanista Beatriz Galindo, la Latina. Fue la reina quien concertó el casamiento y mandó en dote a Beatriz 500.000 maravedís.
Después de la sublevación en 1499, de los moriscos y habiendo cometiendo estos grandes excesos indignados por la violencia moral que empleaba el arzobispo después cardenal Cisneros en Granada. Fue sofocada la revuelta y depuestas las armas los sublevados del Albaicín, gracias a la intervención del arzobispo Talavera
Pero la revuelta se había extendido por todo el reino de Granada, tras sofocar la revuelta en las Alpujarras por el conde de Tendillo, y enfurecidos los por el trato recibido, se sublevan los moros de la serranía de Ronda.
Estos se hacen fuertes en la sierra Bermeja, el Rey Fernando el Católico, reúne un ejército de quince mil hombres al mando de Alonso de Aguilar (Alonso Fernández de Córdoba), hermano primogénito del Gran Capitán. Se adentra en la sierra y tras combatir valerosamente contra los sublevados, muere allí, el 18 de marzo de 1501, Ramírez de Madrid junto con Alonso de Aguilar y otros ochenta hombres entre caballeros y escuderos.
Fue enterrado primeramente en el convento malagueño de San Onofre que él fundara, y posteriormente trasladado a la fundación madrileña que con su segunda esposa había realizado, el convento de la Concepción Jerónima, donde residía doña Beatriz, y en la que también sería enterrada ella posteriormente.
En su honor, en 2003, se creó por Orden Ministerial el premio «Francisco Ramírez de Madrid», para premiar a aquellos componentes del Arma de Artillería que sobresalgan de forma excepcional por sus virtudes militares y capacidad profesional acreditada por su prestigio, constante disponibilidad, dedicación y eficacia en el servicio con el propósito de servir de estímulo, satisfacción y ejemplo a las nuevas generaciones de artilleros.
Eduardo García-Menacho Osset