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El 28 de marzo de 1935, Virgilio Leret, presentaba la solicitud de patente de un moto turbocompresor de reacción continua ante el Registro de la Propiedad Industrial (RPI), creado en 1902, precursor de la actual Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM).
Virgilio Leret nació en Pamplona el 23 de agosto de 1902, donde se había establecido su familia procedente de la Habana tras la pérdida de las colonias de ultramar en 1898. Siguiendo los pasos de su padre ingresó a los quince años en la Academia de Infantería de Toledo donde se graduó con el grado de alférez el 8 de julio de 1920, pasando destinado a Ceuta, al Regimiento del Serrallo 69. Hasta 1924 participó en varias acciones de la campaña de Marruecos, entre ellas en la Ocupación de Xauen.
Desde muy joven sintió una gran inclinación hacia la técnica y por los temas aéreos, lo que le llevo a solicitar el curso de piloto militar de la escuela de Albacete, donde empezó en febrero de 1924, sin poderlo finalizar por tener que volver a participar en los conflictos del norte de África. Sin embargo, tras hacer un curso de observador pudo ejercitarse como aviador entre 1925 y 1927, participando entre otras acciones en el desembarco de Alhucemas.
En octubre de 1927, cuando ya era capitán, recibió el título de piloto civil de aeroplano y unos meses más tarde, en enero de 1928 terminó su formación como piloto militar. A la vez que se especializaba como piloto, después de 5 años de estudio, en 1929 obtuvo el título de Ingeniero Libre Mecánico Electricista.
Los convulsos tiempos políticos que reinaban en España en aquella época le llevaron a estar en prisión en varias ocasiones. Durante la última de ellas, en 1934, con motivo de haber denunciado las declaraciones políticas de un militar contra la República, algo prohibido en el reglamento militar, aprovechó para ultimar un proyecto de mototurbocompresor de reacción continua, que sería patentado el 28 de marzo de 1935 con el nº de patente 137.729.
Como el propio autor indica en la nota reivindicatoria y como resumen de la memoria, se trata de:
Es decir, el motor a reacción que muchos ingenieros estaban tratando de conseguir en aquellos años y que realmente sólo pudieron llevar a la práctica sus coetáneos Frank Whittle y de Hans Von O´Hain. A juzgar por el grado de detalle, cálculos y justificaciones matemáticas contenidas en la patente y resto de documentación encontrada, todo hace pensar que Virgilio Leret hubiera sido un digno competidor con su diseño, al que ya se le había dado autorización para empezar a construir, si no hubiera sido por los acontecimientos acaecidos en la madrugada del 18 de julio de 1936, fecha en la que fue fusilado.
Además de sus aficiones por la aviación y la técnica, escribía libros de ficción con el seudónimo de «el caballero del azul», sabia idiomas y fue condecorado tres veces con la Cruz de Primera Clase con el distintivo rojo por su participación en los conflictos de Marruecos.
Jesús Manrique Braojos