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El 19 de abril se conmemora el nacimiento, en 1832, en Madrid, de José Echegaray y Eizaguirre.
Aunque quizás es más conocido por ser el primer español que recibió un premio Nobel, el de literatura en 1904, además de dramaturgo destacó en los campos de las matemáticas, la física, la ingeniería y la política.
Sus primeros estudios los realizó en Murcia donde residían sus padres por razones de trabajo. Una vez terminado el bachillerato, se trasladó a Madrid, donde en 1848 ingresó en la primitiva Escuela de Caminos, graduándose con el numero uno de su promoción, en 1853.
En el ámbito de la política era de ideas liberales y un defensor a ultranza de los principios del librecambio. Fue cofundador, junto a Gabriel Rodríguez, profesor de la Escuela de Caminos, de la revista “El Economista”, medio que utilizaba para difundir sus ideas, así como también lo hacía en otras agrupaciones como la Sociedad de Economía Política o la Asociación para la Reforma de los Aranceles.
En 1868, tras la Revolución, entra de lleno en política siendo nombrado por Ruiz Zorrilla Director General de Obras Públicas, para pasar poco después a desempeñar sucesivamente las carteras de Fomento y Hacienda, cargo este último que volvió a ocupar de nuevo en 1905 bajo el reinado de Alfonso XIII.
En el campo literario, dejó una extensa obra fruto de una carrera que empezó con el estreno de su primer drama “El libro talonario”, el 18 de febrero de 1874, y que se extendió durante más de 30 años, con más de 67 obras de teatro estrenadas, la mitad de ellas en verso. Ello le llevó a recibir en 1904 el Premio Nobel de Literatura, compartido con el poeta provenzal Frédéric Mistral, convirtiéndose en el primer español que recibía el ansiado galardón.
En el ámbito científico, tras un breve trabajo como ingeniero en Almería, se incorporó a la Escuela de Caminos, haciéndose cargo de la secretaria e impartiendo clases, entre otras, de matemáticas, física, geometría descriptiva y cálculo diferencial. Durante estos años estuvo en contacto con el mundo científico de Paris y Londres y ello le permitió introducir en España la enseñanza de las funciones elípticas, la geometría de Charles, y la teoría de Galois, grandes matemáticos de la época.
En 1864 fue elegido miembro de la Real Academia de las Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, donde su discurso de ingreso titulado “Historia de las matemáticas puras en nuestra España” resultó extremadamente crítico, haciendo un punto de situación de donde se encontraban las matemáticas en España con respecto al resto de los países europeos, a la vez que establecía un balance entre la ciencia básica y la ciencia práctica.
A pesar de ello es considerado como el gran impulsor de la matemática en la España del siglo XIX, por su desvelo por modernizar su enseñanza, incorporar nuevas teorías y por una extensa obra científica plasmada en más de 25 volúmenes.
Jose Echegaray gozó de un gran prestigio en su época, lo que le hizo acreedor de numerosas condecoraciones civiles y militares. Fue miembro de numerosas instituciones, como la Real Academia Española, la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, Ateneo de Madrid, Real Sociedad Matemática Española, Real Sociedad Española de Física y Química, etc.
El 14 de septiembre de 1916 fallecía en Madrid a los 84 años de edad, dejando tras sí un importante legado científico y literario.