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El 13 de octubre se conmemora la adopción, en 1884, del meridiano de Greenwich como meridiano cero. Todo ello tuvo lugar en la Conferencia Internacional del Meridiano celebrada en Washington, auspiciada por el entonces presidente de los EEUU Chester A. Arthur. A ella asistieron un total de 25 países de los cuales, 22 votaron a favor, 1 en contra y 2 se abstuvieron.
Hasta aquel momento eran varios los orígenes de la medida de la longitud que se venían utilizando, París, Cádiz, Jerusalén, Filadelfia, Roma, El Hierro, etc. Ello daba lugar a errores en la navegación que se traducían en grandes pérdidas económicas e incluso en pérdidas de vidas humanas. Ello dio lugar a la búsqueda de un origen común para medir las longitudes que facilitase la navegación y el comercio. La latitud, la otra coordenada geográfica, estaba más o menos resuelta, al tomarse la altura del sol con respecto al horizonte al mediodía.
Por aquel entonces la navegación y el comercio empezaban a alcanzar niveles importantes de desarrollo, los medios de transporte, especialmente el ferrocarril, estaban en auge y requerían una mejor sincronización de las horas y sobre todo determinar un origen único. Lo mismo ocurría con los medios de comunicación rápidos basados en el empleo del telégrafo. Empezaba la era de la industrialización y se empezaba a sentir la urgente necesidad de establecer un horario común para todo el mundo.
Se presentaron tres propuestas, el llamado meridiano internacional que pasaba por la isla de El Hierro, el meridiano del Observatorio de Paris, que era el que utilizaba Francia en sus cartas, y el meridiano del Real Observatorio de Greenwich, mandado construir por el rey Carlos II en 1675. El imperio británico se encontraba en pleno esplendor y ello hizo que la propuesta inglesa fuese la que saliese adelante.
El meridiano de Greenwich es una línea imaginaria, como todos los meridianos, que conecta esta ciudad británica con los polos Norte y Sur, dividiendo el globo terráqueo en dos hemisferios: el Oriental y el Occidental. Desde este momento este meridiano se convertía en el origen de la longitud geográfica, definida como la distancia angular medida en grados entre dicho meridiano y el que pasa por cualquier punto de la superficie terrestre. Así mismo se convertía en referencia mundial para establecer la hora en todos los países.
De esta forma el planeta quedó dividido en 24 zonas horarias, correspondientes con las 24 horas de duración del día, con una amplitud de 15º cada una de ellas. Cada zona situada a la derecha del meridiano de Greenwich, es decir hacia el Este, suma una hora, mientras que las situadas hacia la izquierda, Oeste, restan una hora. La línea internacional de cambio de fecha quedó establecida en las proximidades del meridiano 180º, en el lado opuesto a Greenwich.
De esta forma quedó establecido el origen de la longitud geográfica y la base para el sistema de Tiempo Universal (UT), basado en el GMT (Greenwich Mean Time).
A modo de curiosidad señalar que el meridiano cero o meridiano de Greenwich, atraviesa España, estando señalizado en varios puntos, como el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido (Aragón), Castellón, Golfo de Valencia y las localidades de Denia y Altea en Alicante.
Jesús Manrique Braojos