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El 31 de agosto de 1820, entraba en Madrid aclamado por la multitud el teniente coronel Rafael de Riego (1784-1823) al frente de sus tropas. Ocho meses antes, el 1 de enero, Riego se había pronunciado en armas contra el absolutismo del rey Fernando VII a la vez que aclamaba la Constitución de 1812, La Pepa.
Era la dura y repetida lucha de los liberales contra los absolutistas. El 10 de mayo de 1814 había regresado a Madrid El Deseado aboliendo inmediatamente la Constitución e implantando de nuevo, Manifiesto de los Persas, el absolutismo. Enseguida comenzó la depuración de los llamados «Serviles», medida que no arredró a los liberales como Riego y otros.
Volviendo a finales de 1819, Riego se encontraba al mando del 2º batallón de Asturias dispuesto para embarcar a las Américas en una flota amarrada en los puertos de Cádiz. El pronunciamiento lo hizo en Cabezas de San Juan (Sevilla), el 1 de enero de 1820, sin que apenas tuviera repercusión, por lo que inició un peregrinaje por Andalucía buscando adeptos sin conseguirlo y sin ser molestado por el ejército, que estaba practicando el llamado «pronunciamiento negativo».
Cuando Riego iba a desistir, fue apoyado por las guarniciones de La Coruña, Barcelona, Zaragoza y Pamplona por lo que se aclamó la Constitución, el rey la juró el 7 de marzo siguiente exclamando «Marchemos francamente, y yo el primero, por la senda constitucional», dando comienzo al llamado Trienio Liberal (1820-1823).
Los gobiernos se sucedieron encabezados por los presidentes Evaristo Pérez de Castro, Eusebio Bardají, Francisco Martínez de la Rosa, Evaristo San Miguel, Álvaro Flórez Estrada, José María Pando, en Sevilla y el último constitucional en septiembre de 1823 con José Luyando. Fueron gobiernos de liberales moderados a los que se opusieron los liberales exaltados y los monárquicos absolutistas.
Fernando VII, que no se había sometido en todo este tiempo, reclamó a la Santa Alianza su intervención, enviando ésta un ejército, el llamado de los Cien mil hijos de San Luis, que anuló la obra liberal. Un poco antes, el 7 de julio de 1822, se había insubordinado parte de la Guardia Real en favor del Deseado, siendo frustrado el levantamiento por La Milicia Nacional y el Ejército.
Rafael de Riego a lo largo del trienio ascendió y fue nombrado capitán general de La Coruña y de Aragón, fue deportado más tarde por su comportamiento antimonárquico, fue elegido diputado a Cortes y presidente de las mismas hasta que se quiso enfrentar, inútilmente, al ejército de la Alianza. Fue apresado por los absolutistas y, juzgado, fue condenado a morir en la horca. La ejecución se cumplió en la Plaza de la Cebada de Madrid el 7 de noviembre de 1823.
En este periodo liberal se compuso un himno en honor de Riego que, en 1931, fue adoptado como oficial de la 2ª República española. El autor de la música fue José Melchor Gomis y el autor de la letra el general Evaristo Sanmiguel. Otra canción, El Trágala,se puso de moda al ofender a los absolutistas. Apareció prensa liberal: El Universal, El Imparcial, El Espectador, etc. Se organizó en abril de 1820 la Milicia Nacional, que fue un instrumento del liberalismo, independiente de la autoridad militar y garantizadora del sistema constitucional.
Se abolieron privilegios de clase y se atacaron las propiedades que había en manos muertas. Se suprimieron órdenes monacales y se enajenaron bienes de la Iglesia, además de invalidar la Inquisición.
El Trienio Liberal fue un intento en vano de comenzar con la democratización de España.
Fernando Martínez de Baños