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El 1 de enero de 1845 se inaugura el Colegio Naval Militar en San Carlos, precursor de la actual Escuela Naval Militar de Marín.
Con la llegada al trono del rey Felipe V, en 1700, se abre un nuevo periodo político que apostaba por la renovación de las enseñanzas, con una mayor apuesta por las de carácter técnico y por la ciencia aplicada. También fue una constante preocupación el asegurar el resurgimiento del poderío marítimo. Fruto de ello fueron los importantes planes de construcción naval de la época y la preocupación por dotar a los oficiales de la Real Armada de una formación más científica, unificando su procedencia.
Así en 1717 se crea la Real Compañía de Guardiamarinas, estableciéndose su sede en Cádiz, en el barrio del Populo, donde permaneció hasta que en 1769 se traslada a la isla de León (San Fernando-Cádiz). La estructura de la Real Compañía de Guardiamarinas constaba de dos partes bien diferenciadas, la parte militar que era la propia Compañía y la parte formativa que constituía la Academia.
En este periodo uno de los personajes que más impulsó el nivel científico de la formación de los oficiales de la Real Compañía de Guardiamarinas fue el marino y científico Jorge Juan Santacilia, que introdujo nuevas tendencias traídas de Europa e impulsó la creación de un observatorio astronómico, el actual Real Instituto y Observatorio de la Armada, que daba apoyo a la formación de los guardiamarinas.
En 1776, ante la alta demanda de oficiales para dotar a los buques de la Armada, se crean dos nuevas compañías, la de Ferrol y la de Cartagena, supeditadas a la de la Isla de León, que estuvieron en servicio hasta el año 1824, en que fueron refundidas de nuevo en la compañía matriz. Al año siguiente se establece en el Arsenal de la Carraca el Colegio Real y Militar de Caballeros Guardiamarinas, con una vida muy efímera, ya que se cerró en 1828 por problemas económicos, aunque continuó aplicándose su reglamento. A partir de ese momento y hasta 1844 la formación se hacía en centros autorizados ajenos a la estructura de la Armada. Los que pasaban los exámenes y tras un periodo de embarque de seis años eran promovidos al empleo de Alférez de Navío.
En 1841 se creó la clase de aspirante de Marina, figura que ha perdurado hasta el actual plan de formación.
Tras este paréntesis en la formación de oficiales, en 1844 se toma la decisión de crear el Colegio Naval Militar en San Carlos, frente al Arsenal de la Carraca, que se inauguraría el 1 de enero de 1845, una vez finalizadas las obras de adaptación del edificio Carlos III, y que permaneció en servicio hasta el año 1867, en que se cerró por exceso de guardiamarinas y por problemas de la hacienda pública que por aquel entonces pasaba por malos momentos.
Sin embargo, dos años más tarde el ministro de Marina Juan Bautista Topete, establece la Escuela Naval Flotante a bordo del buque pontón fragata Asturias, en Ferrol, actuando como tal hasta el año 1907, en que se suprime de nuevo el ingreso en la Escuela Naval.
En 1911 se decide que la actividad docente y formativa de los guardiamarinas vuelva de nuevo a San Fernando, continuando con la denominación de Escuela Naval Militar. El nuevo centro, en el Apostadero de Cádiz, es inaugurado el 10 de enero de 1913 por el ministro de Marina, don Amalio Gimeno y Cabañas, permaneciendo activo hasta el año 1943 en que la Escuela Naval Militar es trasladada a su actual ubicación en la ría de Marín (Pontevedra), en la antigua Escuela de Tiro Naval Janer, quedando inaugurada el 15 de agosto de dicho año.
El establecimiento del Colegio Naval Militar en San Carlos supuso un gran revulsivo para dicha población militar, contribuyendo a su desarrollo y a la finalización de obras que durante muchos años habían estado estancadas.
Jesús Manrique Braojos