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12 DE JULIO DE 2004
Creación de la Agencia Europea de Defensa (EDA)
En el largo y siempre dificultoso proceso de construcción de la Europa de la Defensa se cumplen ahora 20 años de uno de los hitos más relevantes habidos en las ya algo más de tres décadas de historia de la Política Exterior y de Seguridad de la Unión (ESDP en sus siglas en inglés).
La «Acción Común» del Consejo 2004/551/PESC de 12 de julio de 2004 creaba la Agencia Europea de Defensa (EDA en sus siglas en inglés). Una Agencia cuya necesidad había sido reconocida en la Estrategia Europea de Seguridad que bajo el epígrafe Una Europa segura en un mundo mejor fue adoptada por el Consejo en diciembre de 2003, y en la que se consideraba a la futura agencia como «un elemento importante para el desarrollo de medios militares europeos más flexibles y eficaces».
La EDA nacía bajo la autoridad del Consejo y abierta a la participación de todos los Estados miembros con el cuádruple objetivo de impulsar las capacidades de defensa en el ámbito de la gestión de crisis, el fomento y la intensificación de la cooperación europea en materia de armamento, el fortalecimiento de la Base Tecnológica e Industrial de la Defensa Europea (EDTIB en sus siglas en inglés) y la creación de un mercado europeo competitivo de material de defensa, objetivo que se reflejó en su primera estructura orgánica con sus cuatro direcciones operativas.
Muchos son los avatares por los que ha pasado la EDA en sus 20 años de existencia. Quizás los más relevantes hayan sido: la Decisión 2011/411/PESC del Consejo, del 12 de julio de 2011, exactamente 7 años más tarde de su creación, por la que se determinaba el estatuto, la sede y la forma de funcionamiento de la Agencia Europea de Defensa y por la que se derogaba la Acción Común de 12 julio de 2004 y que supuso una reestructuración de su estructura orgánica; la salida del Reino Unido de la EDA en enero del 2020 como consecuencia del Brexit o el ingreso de Dinamarca en 2022, Estado miembro que no se había adherido a la ESDP nacida en el Maastricht.
En los innegables avances, con sus luces y sus sombras, de la ESDP en los últimos años, la EDA ha jugado un papel fundamental, en particular, en el desarrollo coordinado de las capacidades militares que la UE requiere para hacer frente a las amenazas presentes y futuras y en el análisis de las tecnologías necesarias para implementar los programas de obtención de las citadas capacidades. Sin embargo, su carácter intergubernamental sigue suponiendo una rémora a la hora de tomar decisiones.
Precisamente en este año, la EDA ha llevado a cabo una revisión a largo plazo de sus objetivos en la que bajo el lema «apoyando a los Ministerios de Defensa en todos los pasos asociados al ciclo de desarrollo de capacidades y más allá», la agencia ha puesto su vista en el futuro. Queda por tanto ver cómo la nueva Comisión Europea y por supuesto los Estados miembros, seguirán apoyando y trabajando con la EDA y cuál será su papel en el desarrollo futuro del Fondo Europeo de Defensa (EDF en sus siglas en inglés) y en la implementación del actual Marco Financiero Plurianual (MFF en sus siglas en inglés).
De particular interés será observar su posible papel en la ejecución de programas complejos de obtención de capacidades teniendo en cuenta la existencia de la Organización Conjunta para la Cooperación en materia de Armamento (OCCAR) que, aun no siendo una institución de la UE, puede aportar su dilatada experiencia en la gestión de programas complejos de armamento en cooperación y que por otra parte ya se encuentra ejecutando algunos programas del EDF lanzados por la Comisión Europea. En cualquier caso «Larga vida a la EDA».
Arturo Alfonso Meiriño