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La Real Orden de 2 de abril de 1910, firmada por el Ministro de la Guerra Aznar, presidiendo entonces el Consejo de Ministros Jose Canalejas, establece:
«Estando a punto de terminarse las pruebas de recepción del dirigible “España”, y siendo de la exclusiva competencia del cuerpo de Ingenieros militares cuanto se relacione con los servicios de aerostación, aeronáutica y aviación, el Rey (q.D.g.) ha tenido a bien disponer que por el Parque Aerostático se proceda al estudio del tipo de aeroplano que más convenga para nuestro Ejército, y a la vez al de los elementos que han de constituir el laboratorio de aerodinámica, indispensable complemento de las adquisiciones hechas y de las que en el porvenir se hagan».
Esta Real Orden es considerada como el comienzo de lo que sería la Aviación Militar Española. Sin embargo la aplicación en España de los medios aéreos al mundo militar se remonta a unos años más atrás, con la creación del Servicio de Aerostación Militar, en agosto de 1896 en Guadalajara, por el Comandante de Ingenieros Pedro Vives Vich, considerado como uno de los grandes impulsores de la Aerostación en España.
Hasta la publicación de esta Real Orden los principales medios aéreos estaban constituidos por globos y dirigibles, de los que el más moderno era el dirigible “España”. El primer vuelo a motor de los hermanos Wright realizado el 17 de diciembre de 1903, despertó el interés de un grupo de ingenieros militares, entre los que se encontraba el propio teniente coronel Pedro Vives y el capitán Alfredo Kindelán, por este nuevo artefacto volador conocido como aeroplano, al que se hace referencia en la citada orden.
El 11 de enero de 1911, la Comisión de Experiencias presidida por el coronel Julio Rodríguez Mourelo, y de la que formaban parte el coronel Vives y el capitán Kindelán, propusieron al ministro de la Guerra la adquisición de un terreno en la zona de Carabanchel para construir una escuela de pilotos y un centro de pruebas de aeroplanos, lo que sería el embrión del primer aeródromo de la aviación militar española, conocido como aeródromo de Cuatro Vientos.
Poco tiempo después, en febrero de 1911, llegan los primeros aviones Henry Farman y comienza el primer curso de vuelo en el que participan los que constituirían la primera promoción de aviadores militares españoles: los capitanes Kindelán, Herrera y Arrillaga y los tenientes Barrón y Ortiz de Echagüe.
El 28 de febrero de 1913, disponiendo ya de algunos medios y pilotos, mediante Real Decreto se crea el Servicio de Aeronáutica Militar, dividido en dos ramas, la de Aerostación y la de Aviación. Al frente del Servicio queda el coronel Pedro Vives Vich y al frente de esas ramas el comandante Antonio Cue Vidaña y el capitán Alfredo Kindelán respectivamente.
El Servicio de Aeronáutica Militar, aunque gozaba de cierta autonomía, dependía del Ejército de Tierra y su misión era dar apoyo aéreo a las fuerzas terrestre. Años más tarde, el 15 de septiembre de 1917, se crea, por Real Decreto, la Aviación Naval que, posteriormente, a partir del 1920, pasaría a denominarse Aeronáutica Naval, precursora de la actual Arma Aérea.
La Aeronáutica Militar es considerada la precursora del actual Ejercito del Aire. Tras finalizar la guerra civil, mediante la ley de 8 de agosto de 1939, se modifica la organización de la Administración Central del Estado y se crean los Ministerios del Ejército, de Marina y del Aire, y poco después, por ley de la Jefatura del Estado el 7 de octubre del mismo año se fijan las normas para la organización y funcionamiento del Ejercito del Aire, entre otros su estructura, cuerpos y servicios.