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El 2 de mayo de 1944 el gobierno español firmó un acuerdo con los Estados Unidos y el Reino Unido por el que se comprometía a suspender toda ayuda a Alemania, a cambio de que estos dos países reanudaran sus envíos de petróleo a España, que habían suspendido y levantaran el embargo a ciertas exportaciones españolas.
En junio de 1943 los aliados habían empezado a presionar a Franco para que suspendiera todo tipo de ayuda a Alemania, en especial el suministro de wolframio y tungsteno, se expulsara a los servicios secretos alemanes de la península y norte de África y se cerrara el consulado alemán en Tánger. Como primera reacción Franco ordena, a finales de septiembre, la repatriación de la División Azul, dejando no obstante una pequeña parte, conocida como la Legión Azul para materializar la continua oposición de España al comunismo de la URSS. El 1 de octubre Franco vuelve a decretar la «estricta neutralidad» de España en la guerra mundial.
Sin embargo, a la vista de que España no atendía adecuadamente a las peticiones aliadas y permitía cierto apoyo soterrado a Alemania, a principios de 1944 los aliados impusieron un embargo total de petróleo y de otras materias primas, como el algodón. España, desde luego, no estaba en condiciones de ser intransigente debido a la mala situación económica, así que accede el 2 de mayo de ese año a un intercambio de notas diplomáticas con los EEUU y el Reino Unido por el que el gobierno español aceptaba formalmente suprimir el suministro de minerales esenciales a Alemania, prohibir las actividades de espionaje alemán en territorio español y además ordenar la repatriación de la Legión Azul, unos dos mil hombres que habían quedado en Alemania después de la retirada de la División en octubre de 1943.
Luis Feliú Bernárdez