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Antonio Pérez del Hierro, secretario de cámara y del consejo de estado de Felipe II, huyó de España para eludir la justicia real tal día como hoy 26 de septiembre de 1591.
Para evitar la captura por el asesinato de Juan de Escobedo se acogió primero al Justicia de Aragón dado su ascendencia aragonesa. Escobedo era el secretario personal de Juan de Austria y del Consejo de Hacienda, casualmente designado por el Rey por recomendación de Pérez.
Los negocios ilícitos y la confabulación de Pérez con los rebeldes flamencos que obstruían los planes de Juan de Austria y Escobedo generaron un distanciamiento que provocaron su asesinato cuando venía a la Corte a explicar a Felipe II la verdadera situación en aquellas tierras y no la que le contaban.
Antonio Pérez escapó de prisión, huyó a Francia y luego pasó a Inglaterra, y para vengarse de Felipe II entregó secretos de estado y colaboró activamente en la elaboración del relato histórico distorsionado angloholandés sobre España y el imperio español.
Junto con Bartolomé de las Casas y su hiperbólico y exagerado relato sobre la destrucción de las Indias, son los dos españoles que más han contribuido a ese relato falso sobre España que Julián de Juderías llamó «leyenda negra».
No hay nada más perjudicial para el prestigio y la reputación de una nación que un relato histórico tergiversado y que haya sobrevivido como tal tantos años. De ahí su importancia en los análisis geopolíticos que afectan a España.
Un hombre formado en las universidades de Alcalá de Henares, Salamanca y Lovaina, dotado de una gran inteligencia y agudo instinto sin duda podía hacer mucho daño a España, y así lo hizo.
Luis Feliu Bernárdez
