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El Cuerpo de la Guardia Civil se nutrió, desde su fundación, con soldados veteranos o licenciados con honores. Por este motivo, la concesión del derecho al uso de la Enseña Nacional no era una cuestión acuciante, puesto que no era preciso que sus componentes prestaran el juramento ante la Bandera.
Sin embargo, transcurridos sólo unos años, las necesidades de personal y el agotamiento de la fuente de recluta original provocaron que sistema de alistamiento de la institución se ampliaría a otro personal, entre los que se encontraban tanto huérfanos e hijos del Cuerpo -integrantes de la Compañía de Guardias Jóvenes- como quintos y una parte del contingente general de reemplazo. Ninguno de ellos cumplía con la obligación de todo militar de prestar el juramento a la Bandera antes de realizar ningún tipo de servicios de armas.
Este cambio provocó que el duque de Ahumada, Inspector General de la Guardia Civil dirigiera, el 22 de diciembre de 1853, una carta al ministro de la Guerra solicitando que se concediera, “al Cuerpo de su cargo, el uso de Bandera como a los regimientos del Ejército”. Especificaba la solicitud que la concesión del derecho al uso lo sería para el 1er Tercio, como Unidad más representativa de la institución.
Ante esta solicitud, y una vez oído el dictamen de la sección de Guerra del Consejo Real, la monarca accedió a la pretensión de Ahumada, no sin antes especificar que las características de la Enseña deberían ajustarse en cuanto a las medidas del tafetán y asta, a lo prescrito en las Ordenanzas; y respecto de lo demás, a la Real Orden de 13 de octubre”, sin dejar de observar, lo que establecen las mismas Ordenanzas para la bendición de la insignia, “cuya ceremonia ha de preceder a su uso”. Por último, S.M. establecía que, conforme a lo mandado por las Ordenanzas, la Bandera sería llevada por el Subteniente más moderno del Tercio.
La primera Bandera de la Guardia Civil fue custodiada por el 1er Tercio de manera ininterrumpida, por lo que fue necesario variar su diseño al establecerse las variaciones en el Escudo de armas, tanto a la llegada al trono de Amadeo I como al advenimiento de la República, conforme a los Decretos de 30 de marzo de 1871 y de 2 de diciembre de 1873. La llegada al trono de Alfonso XII devolvería a la Bandera su diseño original, según Decreto de 6 de enero de 1875.
La Bandera permaneció en el 1er Tercio hasta que, mediante una Real Orden de 16 de marzo de 1910, se dispuso que se custodiara “por el 14º del expresado Cuerpo que tiene sus Comandancias reunidas en esta Corte”.
Desde este momento, Bandera más veterana de la Guardia Civil será custodiada por el 14º Tercio, ya con esa denominación o con las posteriores de “1er Tercio Móvil” o la actual como “Agrupación de Reserva y Seguridad”.
José Félix González Román