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Madrid, 3 de junio de 2024
El 3 de junio tuvo lugar el acto de ingreso del nuevo académico de número, general de división (R) Alfredo Sanz y Calabria. El acto se celebró en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Armas Navales, sede de la Academia de las Ciencias y las Artes Militares. Quedó adscrito a la Sección de Futuro de las Operaciones Militares, con la medalla 43.
La sesión académica estuvo presidida por el presidente de la Academia, general de ejército Jaime Domínguez Buj. Tras saludar a los presentes y a los seguidores del acto por Internet, el presidente dio la palabra al general Manfredo Monforte, secretario de la Academia. El secretario leyó el proceso de nombramiento del nuevo académico de acuerdo con las normas establecidas.
El nuevo académico leyó su discurso reglamentario, que llevó por título «Woke!». En el discurso argumentó que nos encontramos en un período de transición, de la era moderna a una nueva era, que denominó postmodernidad. Comparó esta transición con la que se produjo entre la Edad Media y la Era Moderna, marcada por la Reforma Protestante.
La transición entre la Edad Media y la Edad Moderna fue un proceso que ocurrió a lo largo del tiempo, no en un momento específico. Hubo cambios en diversos aspectos, como la economía, la sociedad y el arte. El inicio de la Edad Moderna se puede situar en la coronación de Petrarca en 1341 y finalizó con la Paz de Westfalia en 1648. Durante esta transición, Martin Lutero inició la Reforma Protestante en 1517.
La Reforma tuvo un impacto en la sociedad al enfatizar la libertad individual en la interpretación de las Sagradas Escrituras y cuestionar el poder del Papa. Esto llevó a una secularización del poder político y a conflictos religiosos en Europa conocidos como las Guerras de Religión. En 1555 se firmó la paz de Augsburgo, que permitía a los príncipes elegir entre el catolicismo y el luteranismo como religión oficial en sus territorios. En resumen, la Reforma y la Contrarreforma marcaron un cambio significativo en la sociedad al desafiar la autoridad de la Iglesia y establecer el principio de la soberanía en los Estados.
Quinientos años después, estamos en un punto crucial de inflexión histórica, abandonando la Edad Contemporánea y adentrándonos en la posmodernidad. Las instituciones tradicionales como la familia, el municipio y el Estado están en crisis, dejando a las personas sin una escala de valores compartida. La revolución en las relaciones sociales provocada por Internet está cambiando la forma en que nos relacionamos. De ahí han surgido dos tendencias importantes: el regreso al tribalismo y el retorno al pensamiento mágico.
Esto resulta importante porque existe un vivo debate sobre si se debe contemplar un sexto dominio de la acción militar: el dominio cognitivo. En este dominio se persigue finalmente el control social. Siendo la gestión de las emociones la palanca para el control social, éste resulta más fácil de alcanzar en un mundo más influido por el pensamiento mágico que por el racional.
El movimiento Woke, que significa «despierto», ha surgido supuestamente como respuesta a la injusticia y discriminación. Sin embargo, el capitalismo ha absorbido el término para crear un «capitalismo Woke» y el fenómeno denominado Woke-washing.
La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible refleja muchos de los postulados subyacentes en la ideología Woke, convirtiéndolos en las tesis de Lutero de nuestros días. El movimiento Woke ha sido comparado con la «Reforma» de este cambio de ciclo, pero también ha generado una Contrarreforma.
El Woke emplea la cancelación y el victimismo como herramientas para descalificar al adversario y deconstruir el acervo científico, cultural y patrimonial de Occidente.
En relación con el futuro papel de las Fuerzas Armadas y la seguridad en un mundo posmoderno, la democracia se encuentra bajo asedio desde el exterior y con un caballo de Troya en su interior. Se observa un incremento de la polarización y un aumento de la presión fiscal sobre las clases medias. Ello posibilita el vaciamiento de las clases medias y su traslado a los extremos. Lo anterior se agrava con el crecimiento de «cámaras eco» y del pensamiento mágico.
Todo esto plantea desafíos en las relaciones internacionales, con un retorno al realismo y a la complejidad de un escenario similar al «problema de los tres cuerpos». Además, la existencia de nuevos dominios de combate, como el ciber y el espacial, plantea desafíos en la comprensión de la soberanía en un mundo virtual y sin fronteras.
El ponente concluyó que la posmodernidad y el movimiento Woke están transformando nuestra sociedad y la seguridad posmoderna. Señaló que la reflexión planteada buscaba ayudar a interpretar el presente y atisbar en el futuro, contribuyendo a hacer las preguntas correctas para avanzar hacia una sociedad más justa y una seguridad adaptada a sus necesidades.
Respondió al discurso de ingreso el académico de número, teniente general (R) Rubén García Servert, quien comenzó haciendo la laudatio del recién ingresado.
En su discurso, profundizó en la importancia del pensamiento crítico, la libertad individual y el rechazo al totalitarismo. Destacó la necesidad de una «contrarreforma» basada en valores eternos, libertad y análisis racional. También señaló la urgencia de defender la libertad y el papel de los militares en la salvaguardia de las libertades individuales.
Además, subrayó las implicaciones sociales de la ideología Woke, discutiendo su potencial para conflictos y discordias, así como su impacto en las operaciones militares y la soberanía nacional. Abogó, así mismo, por un retorno a los valores fundamentales y un análisis intelectual de las realidades sociales emergentes, en lugar de un cumplimiento ciego de las ideologías predominantes.
Para concluir, el teniente general García Servert dio la bienvenida a la academia al general Sanz y reforzó el compromiso compartido con la defensa de la libertad, los derechos individuales y el pensamiento crítico.
De acuerdo con el protocolo establecido, el presidente de la Academia impuso la medalla y entregó el diploma acreditativo de su condición al nuevo académico.
El solemne acto finalizó con la interpretación del Himno Nacional y los tradicionales ¡Viva España! y ¡Viva el Rey!