El relato que se adjunta presenta la visión y un brevísimo extracto del relato personal realizado por el coronel Goded Llopis (que participó en la Operación al mando de una columna de la Fuerza de desembarco de Melilla y que publicó un libro en 1932 sobre la Guerra en Marruecos, basándose en su diario de operaciones desde 1924 a 1927), sobre los desconocidos preliminares de la operación, la organización en detalle de la misma, la participación de la Marina y la Aviación francesa y la siempre olvidada participación del 19º Cuerpo de Ejército francés, que con tres grupos de combate, Este, Centro y Oeste, con un total de seis divisiones, más la reserva de la división marroquí que había operado en Europa durante la Gran Guerra y un Grupo de Caballería argelino atacó para recuperar la línea francesa del río Uarga perdida en 1925 y profundizar en zona española. El ataque por todos los frentes al ejército de la República del Rif Libre dio paso a la campaña de primavera de 1926 y luego a la campaña de primavera de 1927 y al fin de la guerra el 10 de julio de ese año
Ser potencia media permite una cierta capacidad de influencia sobre el entorno geopolítico cercano; sobre el más amplio de actuación en materia de estabilización, gestión de crisis y mantenimiento de la seguridad y estabilidad; y finalmente sobre la posibilidad de que la contribución como potencia media resulte lo suficientemente significativa en un ámbito internacional mayor. Sin embargo, en un escenario global, las propias limitaciones de los medios (y por ende de los intereses) de una potencia media dejan abiertas brechas en la arquitectura de seguridad del país que requieren de habilitadores externos.
El vínculo entre la Aviación y Nuestra Señora de Loreto hunde sus raíces en los comienzos del Siglo XX, cuando el Santo Padre Benedicto XV, tras la Primera Guerra Mundial y cuando comenzaban los Grandes Vuelos transoceánicos de la Aviación proclamó a Nuestra Señora de Loreto Patrona celestial de los Aeronautas con un solemne decreto del 24 de marzo de 1920. Desde entonces, el Ejército del Aire, heredero de la Historia, valores y tradiciones de la Aviación Militar Española hizo suyo el Patrocinio de la Virgen de Loreto, que conmemora todos los días 10 de diciembre y en todas sus instalaciones y unidades está presente una imagen de la Virgen de Loreto.
Desde la Sección de Biografías de la Academia no podía dejarse pasar por alto el tercer centenario del nacimiento de Francisco Sabatini, insigne arquitecto del reinado de Carlos III y, sobre todo, y lo que aquí más interesa, teniente general de Ingenieros e Inspector General de Ingenieros.
El modelo operativo napoleónico aligeró la logística, haciendo que sus ejércitos vivieran sobre el terreno de los recursos del país que transitaban u ocupaban, y permitió que las tropas se movieran con mayor velocidad y profundidad, sin verse limitadas por la distancia a sus bases. Gracias a ello el «Gran Corso» pudo llevar a cabo amplias maniobras con el objetivo de forzar batallas decisivas con las que imponía a sus adversarios una paz y unas condiciones muy favorables para su proyecto de dominio imperial. En la conquista y ocupación de España (1808-14), al prolongarse la guerra y tratarse la península ibérica de un territorio con importantes peculiaridades, aquel modo de hacer la guerra se volvió contra él. Para entender dicha contienda militar en toda su profundidad y complejidad hay que reforzar la importancia que se otorga a la logística en el análisis militar y político de la guerra. Los generales que más laureles cosecharon en ella, Wellington y Suchet, se caracterizaron precisamente por el esfuerzo dedicado a organizar adecuadamente la logística.
La prospectiva tecnológica es una pieza nuclear de los estudios de futuras capacidades militares. Tal y como señala la Agencia Europea de Defensa (EDA): «La investigación y la tecnología (R&T) está en el corazón del desarrollo de la capacidad de defensa». Isdefe lleva apoyando desde el año 2002 a la Dirección General de Armamento y Material del Ministerio de Defensa, en su función de prospectiva tecnológica por medio del Sistema de Observación y Prospectiva Tecnológica. En el plano europeo, viene colaborando de manera continuada desde 2015 con la EDA en aspectos de prospectiva y priorización estratégica en los tres pilares de esta organización (tecnológico, industrial y capacidades militares). El presente artículo presenta un análisis y reflexiones, a partir del apoyo de Isdefe a la EDA en el ejercicio de prospectiva EDA Technology Foresight Exercise 2021, y se plantean una serie de reflexiones sobre la prospectiva.
Las misiones a las que deberá hacer frente la Armada en un ya inmediato futuro tienen vocación de permanencia. Los que no tienen vocación de permanencia son los presupuestos que se le asignen para hacer frente a estas misiones. Europa está en un permanente proceso de integración en el que las cuestiones de defensa y seguridad tienen una importancia primordial. En un ambiente de fuertes restricciones presupuestarias la incorporación de las nuevas tecnologías en todos los frentes de la guerra naval se muestra como imprescindible para que la Armada pueda cumplir sus misiones con la eficacia necesaria ya sea de forma individual o integrada en fuerzas conjuntas o combinadas.
La nueva fuerza de reacción rápida europea, si llega a materializarse, sufre un elevado riesgo de seguir el destino de sus predecesoras. Sencillamente, los cometidos de una fuerza de despliegue rápido son demasiado exigentes, y requieren de un complejo sistema de gestión y apoyo para que exista alguna posibilidad de éxito. Una fuerza multinacional compuesta por al menos catorce contingentes nacionales, sin los adecuados mecanismos de decisión política, proyección, mando y control, inteligencia y logística puede ser útil como instrumento para impulsar la interoperabilidad y el adiestramiento multinacional en la UE, pero nunca tendrá un valor real como fuerza creíble y proyectable.
Por la Real Ordenanza de 4 de julio de 1718 se dio carta de naturaleza y definitiva estructura al que pasó a denominarse Cuerpo político de la Real Hacienda Militar, cuya primera piedra había sido fijada por la de 18 de diciembre de 1701. Sus miembros, entregados a la gestión administrativa de los Reales Ejércitos y a su fiscalización económica a las órdenes directas del rey, a través de sus secretarios de Estado de Hacienda y de Guerra, seguían un cursus honorum cuya cúspide la ostentaban los intendentes de Ejército. Esta es la biografía de uno de aquellos hombres, un hidalgo de las remotas tierras de Galicia, que vivió el paso del siglo XVIII al XIX a través de los duros tiempos de la guerra de la Independencia, y que, siguiendo aquella carrera cívico-militar, alcanzó el empleo de intendente de Ejército y los honores de ministro del Consejo Supremo de Guerra.
El 8 de septiembre de 1925, tuvo lugar el desembarco de Alhucemas, realizado por fuerzas del Ejército y la Armada española junto con un contingente aliado francés, para luchar contra los rebeldes rifeños mandados por Abd el Krim, que, entre otras cosas, habían sido los causantes del desastre de Annual de 1921. Fue la primera vez en la historia en que operaron de forma simultánea y coordinada fuerzas de tierra, navales y aéreas de dos países, España y Francia, bajo un solo mando unificado: el general Primo de Rivera, mientras el general José Sanjurjo ostentaba el mando de las fuerzas desembarcadas. El desembarco en Alhucemas fue, en su momento, un gran éxito. Fue la llave para el apaciguamiento y el final de la guerra en Marruecos, y acalló a los que decían que iba a ser un total fracaso tras los desembarcos fallidos de los aliados en Turquía en la Primera Guerra Mundial.
En el crudo otoño de 1810, las únicas fuerzas navales disponibles en el Departamento Marítimo de Ferrol eran la fragata Magdalena y del bergantín Palomo. Una operación combinada con los ingleses, mal planeada y peor ejecutada, dará con ambos buques en la ría de Vivero, en la cual, fruto de una violentísima galerna, de lo mal mantenido y escaso de su material y del agotamiento de sus hombres, se irán contra sendas playas con una espantosa pérdida de vidas humanas. El cadáver del comandante de la Magdalena, D. Blas Salcedo, apareció en la playa abrazado al de un hijo suyo guardiamarina que tenía entre su dotación. Un monumento en Vivero recuerda la tragedia.
Las telecomunicaciones tácticas militares constituyen el núcleo básico sobre el que sustentar nuevos medios de comunicación y de intercambio de información en el campo de batalla. Muchas tecnologías se abren paso para ser utilizadas en el entorno táctico donde los requisitos de interconectividad, ancho de banda, congestión electromagnética, movilidad, distancias de enlace, integración de sensores, entre otras muchas, se encuentran en constante evolución.
El punto de partida de este artículo está basado en la experiencia que tuve en el año 1998 como observador de la OSCE, trabajando en el Grupo de «Planeamiento de Alto Nivel» creado en el seno de esta Organización, para llevar a cabo una Misión de Paz en el enclave de Nagorno Karabaj. Desde entonces hasta ahora mucho ha cambiado la situación de los países en contienda, Armenia y Azerbaiyán, máxime después de la guerra del pasado año entre ambas naciones. La guerra se desarrolló entre el 27 de septiembre y el 9 de noviembre del pasado año. Hay muchas conclusiones que se han sacado de esta contienda, sobre todo en el aspecto táctico y estratégico, donde la brecha tecnológica entre los países implicados volcó la balanza a favor de Azerbaiyán, que estaba deseoso de reconquistar el terreno perdido en los años noventa. La inversión en tecnología y en formación para el uso de nuevos sistemas de armas, la diplomacia, así como la decepción y la búsqueda de la oportunidad, en una coyuntura donde la sorpresa fue la aliada principal, dieron como resultado el triunfo de Azerbaiyán en esta campaña. Ha sido un nuevo episodio en la lucha por este enclave, donde los acontecimientos dieron como resultado la victoria de Azerbaiyán.
Más de 50 médicos y enfermeros sirvieron en el hospital español en sucesivos relevos hasta octubre de 1971. A su regreso a España, tras cinco años de servicio en Vietnam, ninguna autoridad fue a recibirlos, no hubo recepción oficial, sólo sus familias. Una vez más el olvido completo de España. Después de cinco años de misión dejó de ondear la Bandera española en el patio del hospital en donde tantas vidas salvaron y por alguna razón pasaron a ese cajón de la historia destinado al olvido. La escasa memoria era y sigue siendo un problema en España, particularmente en el caso de sus soldados. Fue la primera misión internacional militar española tras la segunda guerra mundial y la misión de la División Española de Voluntarios enviada a Rusia a combatir el comunismo.
La toma del poder en Afganistán por los talibanes a mediados de agosto de 2021 conmocionó a millones de personas en todo el mundo. Los dirigentes talibanes denominaron al nuevo estado Emirato Islámico de Afganistán, nombre que ya usaron para la firma del acuerdo de Doha con los Estados Unidos el 29 de febrero de 2020. El acuerdo fijaba un calendario para la retirada de las fuerzas de los Estados Unidos y sus aliados internacionales dentro de un plazo de catorce meses. La ocupación de Kabul produjo una gran convulsión en los países aliados y socios de la OTAN y una sensación de frustración se hizo presente entre muchos de los que habían participado en las misiones y operaciones en Afganistán. Cuando a mediados de agosto la situación en Afganistán empeoró dramáticamente tuvieron lugar reuniones urgentes del Consejo del Atlántico Norte (CAN) los días 13 y 17 de agosto. Por su parte, el Comité Militar se reunió el día 19 con los socios operativos en la misión Resolute Support para tratar de la situación en Afganistán y de la continua evacuación del personal en peligro. El día 20 de agosto se reunieron telemáticamente los ministros de Asuntos Exteriores aliados para seguir y analizar la situación. Tras la reunión, el secretario general Stoltenberg declaró: «Lo que hemos presenciado en los últimos días es una tragedia para el pueblo de Afganistán». Lo ocurrido en agosto tendrá consecuencias de todo tipo y puede ayudar a avanzar en el desarrollo de la Política Común de Seguridad y Defensa (PCSD) de la Unión Europea, así como a desarrollar la cooperación OTAN-UE también en el campo operativo.
Se celebran este año los trescientos años del nacimiento de Francisco Sabatini, un ingeniero y arquitecto italiano muy ligado al mundo militar y, pese a su origen, a la ciudad de Madrid y otras españolas. La razón de esta vinculación estriba en su ingreso como militar en el reino de Nápoles y la alta estima que le tuvo el entonces rey Carlos VII de Borbón, quien fuera más adelante rey de España como Carlos III. En este estudio se analizan las novedades que Sabatini imprimió a algunos de sus proyectos relacionados con la milicia, en concreto participando en la construcción de la Caserma di Cavalleria de Nápoles junto con Luigi Vavitelli y diseñando, ya en España, los cuarteles de Guardias Walonas en Leganes y de San Gil en Madrid.
Durante las últimas décadas del siglo XVIII tuvo lugar uno de los acontecimientos que imprimieron carácter en la historia de la Humanidad. Las ideas de la Enciclopedia alumbraron movimientos que desembocaron en la revolución de las colonias americanas contra la metrópoli inglesa y luego en la Revolución Francesa. Todo ello pasó a tener una influencia sustancial en el arte de la guerra, que vio como los principios que habían primado en dicho arte desde comienzos de aquel siglo se desmoronaban, al tiempo que paulatinamente se diseñaban otros conceptos válidos para el desarrollo de la estrategia y de las tácticas militares, muchos de los cuales aún están hoy vigentes. La batalla de Saratoga y el cañoneo de Valmy fueron dos ejemplos significativos de lo que iban a ser las nuevas formas de guerra.
Con independencia de que una operación a gran escala, de alta intensidad, y con empleo de las fuerzas directas más sofisticadas nunca se puede descartar, y para la cual las Fuerzas Armadas rusas están preparadas y equipadas, con una alta probabilidad las operaciones que Rusia puede y quiere realizar en el próximo futuro son aquellas relacionadas con fuerzas indirectas tales como la desinformación hostil, operaciones de información encubiertas, ataques cibernéticos contra infraestructuras físicas, explotación de la prensa libre de Occidente, presión energética, actuaciones híbridas en zona gris sin llegar al conflicto, o apoyo a partidos y movimientos políticos determinados y empresas digitales, mediante la coacción y la corrupción, que favorezcan a Rusia. No sería descabellado suponer que los mandos de la Madre Rusia ven una oportunidad histórica en explotar la pasividad y la falta de voluntad de Occidente para hacer frente a este nuevo formato de operaciones rusas.
En el momento de evaluar la capacidad de supervivencia de un buque de guerra, y durante el proceso del diseño de construcción del mismo, se deben tener en cuenta aspectos tales como la «susceptibilidad» (probabilidad de recibir impactos que dependerá del espectro de energía emitido y reflejado), la «vulnerabilidad» (grado de deterioro alcanzado tras un ataque que dependerá del nivel de compartimentado y tipo de estructura), y la «siniestralidad» (probabilidad de destrucción después de recibir un impacto). Tanto el concepto de susceptibilidad como el de vulnerabilidad contribuyen de manera directa en la siniestralidad y supervivencia del buque, de manera que la siniestralidad se obtiene del producto resultante de la susceptibilidad por la vulnerabilidad. Para poder obtener una baja susceptibilidad (o detectabilidad) será necesario minimizar la cantidad de energía emitida y reflejada por el buque, con el fin de poder reducir su influencia en el entorno, y de esta manera surge el concepto de «firma» del buque. Hoy en día, con la cantidad de sensores que se pueden instalar en un buque de guerra moderno, el gemelo digital se puede convertir en el gran aliado en el control de las citadas «firmas».
El pensamiento militar, estratégico y geopolítico contemporáneo escrito en español es pobre, sin embargo, nuestra historia y experiencia es una verdadera mina de oro. Especialmente, cuando se trata de pensar, repensar y escribir sobre la guerra irregular y los conflictos en la llamada zona gris. La deuda, por consiguiente, no es con el pasado olvidado sino con el futuro. Una visión histórica compartida, un pensamiento estratégico y geopolítico común, dotarían a España de un vector de integración Iberoamericana que a largo plazo tendría muy importantes réditos para todas las naciones involucradas. España necesita una Escuela Iberoamericana de pensamiento estratégico, geopolítico y de historia militar para conquistar el derecho a que la comunidad hispano hablante sea escuchada en ámbitos donde no tenemos voz, ni fuera, ni dentro de España. Tucídides, hace 25 siglos, en la guerra del Peloponeso, nos advertía que «una nación que establece demasiada diferencia entre sus estudiosos y sus guerreros termina depositando su pensamiento en cobardes y su combatividad en locos».