El arte es intemporal, ha existido, existe y existirá siempre mientras la mente humana sea capaz de plasmar, a través de cualquier tipo de material o con la ayuda de efectos sonoros, tanto lo que es real como una particular interpretación de la realidad, tomando gran protagonismo la imaginación. Pero lo que destaca como una característica común a lo largo de la historia de la humanidad es que el artista crea su obra no sólo para su propio disfrute sino, y quizá principalmente, para el deleite de todos aquellos que la vean y puedan admirarla. Es por ello que la difusión de estas obras de arte se desea sea siempre lo más amplia posible, llegando al mayor número de personas en la mayor cantidad de lugares del mundo. Y, como no podía ser de otro modo, aquí entra en juego la posibilidad del empleo, en nuestros días, de los medios de transporte que desarrollan las mayores velocidades, permitiendo unir lugares y personas que se hayan distantes en tiempos tan cortos que, hasta hace unas décadas, era imposible de imaginar. Son, por tanto, las libreas de los aviones un medio ideal para la transmisión de ideas, la comunicación y la información por medio de las pinturas y dibujos que se lucen sobre las aeronaves.
Charles F. Lummis, periodista e historiador norteamericano formado en Harvard, escribe en su libro Los Exploradores Españoles del siglo XVI. Vindicación de la acción colonizadora española en América que «una de las cosas más asombrosas de los exploradores españoles – casi tan notable como la misma exploración – es el espíritu humanitario, cultural y progresista que desde el principio hasta el fin caracterizó a sus instituciones. Algunas historias que han perdurado, pintan a esta heroica nación como cruel para los indios; pero la verdad es que la conducta de España en este particular debería avergonzarnos a nosotros, los norteamericanos».
Los Ejércitos y la Armada, como parte integrante de la sociedad, se ven sometidos al impacto de la transformación digital y de la revolución industrial subsecuente (industria y logística 4.0), que será, probablemente, mayor que en otros ámbitos del sector público por la cantidad de áreas tecnológicas a las que afecta. La ingeniería militar va a resultar determinante en todo el proceso, tanto por el importante componente tecnológico subyacente en el mismo, como por el carácter transversal de los procesos y actividades de ingeniería.
Las comunicaciones espaciales comienzan en el mismo momento en el que se lanza el primer ingenio espacial, el Sputnik 1. La puesta en marcha de las misiones tripuladas, especialmente el programa Apollo, con la necesidad de mantener comunicación con la nave de manera permanente, 24/7 los 365 días del año, marcan el inicio de las comunicaciones de espacio profundo. Asegurar este requisito operacional tan exigente hizo necesario desarrollar una red global de comunicaciones fiables cuyas tres características principales son: – Necesidad de una cobertura global. – Establecer una intercomunicación permanente con la nave para asegurar la recepción de la información y la transmisión de los comandos. – La determinación precisa y estable de su posición en el espacio y de su órbita. El crecimiento exponencial de las necesidades de canales de comunicación, la cantidad de datos a transmitir y, sobre todo, las distancias entre emisor y receptor, ha exigido una evolución tecnológica continua de los equipos de comunicaciones, equipos mecánicos asociados y del software de gestión y control necesario para integrar todos los subsistemas que componen el sistema de comunicaciones espaciales. Mantenerse en la vanguardia de la tecnología durante más de 50 años ha exigido un proceso continuo de investigación y desarrollo de nuevas tecnologías, nuevas capacidades y nuevos equipos, que posteriormente se han ido incorporando en desarrollos de las comunicaciones con satélites en órbita baja y geoestacionaria, tanto comerciales como militares.
Se relata el inicio de las iniciativas diplomáticas que dieron como resultado el Protectorado Español en Marruecos y como a pesar del consentimiento del Sultán, el Rif primero y luego las otras regiones de la zona española del protectorado se sublevan dando lugar a la segunda y tercera guerra de África. La conferencia de Algeciras provoca la segunda guerra de África de 1907 a 1911, que acaba justo antes del establecimiento del Protectorado en 1912 y que afecta tanto a España como a Francia con resultado derrota de los rebeldes. Por otro lado, el intento en 1921 de establecer la República del Rif Libre por los hermanos Abd el Krim después de la I Guerra Mundial, provoca la tercera guerra del Rif a la que está dedicado el texto y que termina con la victoria hispanofrancesa. Los errores políticos del Gobierno, desaciertos del Alto Comisario Berenguer y mala decisión del General Navarro, que sustituye a Silvestre después de su muerte en Annual, provocan no solo un gran número de muertos sino la prolongación de la guerra cuando podría haber acabado a principios de 1922.
Desde hace tiempo hay un profundo debate en las instituciones de la Unión Europea, en sus países y en muchos medios de comunicación sobre la autonomía estratégica europea no solamente acerca de su significado y contenido sino también de la oportunidad o necesidad de disponer de la misma, especialmente a partir de la designación de Joe Biden como próximo presidente de Estados Unidos y la nueva interpretación del vínculo transatlántico que siempre ha existido en Occidente, con mayor o menor intensidad, desde pocos años después de acabada la Segunda Guerra Mundial. Siendo consciente que el camino hacia una autonomía estratégica europea aún tiene un largo recorrido, las reformas e iniciativas que se están llevando a cabo dentro de la PESC, donde sobresalen la dotación de las capacidades militares estratégicas, la consolidación de una base industrial y tecnológica de la defensa o el CG del previsto Ejército europeo, van a permitir que se realicen operaciones militares ejecutivas o de combate proporcionando a la UE el estatus pleno de actor estratégico independiente y autónomo en el tablero internacional.
En la Conferencia de Seguridad de Múnich del pasado año 2020 se concluyó con un lacónico diagnóstico: «El mundo es cada vez menos occidental, los valores occidentales parecen debilitados por causas internas propias de las sociedades occidentales y también por causas externas». La falta de cohesión interna del que podíamos llamar «bloque occidental» es evidente y se ha materializado a lo largo de los últimos años. Westlessness in the West sería el preocupante diagnostico para alguien que crea en los valores occidentales. Somos cada vez más débiles y no somos conscientes de ello.
Baltasar Vallarino y Valderrama (Ferrol, 1797- Cádiz, 1877) es uno de los marinos ilustrados que supo unir su determinación en las acciones de guerra, como lo hizo en el combate cuerpo a cuerpo entre las dotaciones de la fragata Esmeralda y el Laútaro, en aguas de la costa de Chile en 1818, a un amplísimo conocimiento técnico del mundo naval. Fue autor del libro de Maniobra considerado de texto en el Colegio Naval, así como sus ampliaciones posteriores para incorporar las técnicas de la Propulsión a Vapor siendo, incluso, nombrado Ingeniero General de la Armada en 1853.
Se analizan en esta comunicación dos versiones muy distintas de un mismo hecho histórico: la batalla de Tetuán, que tuvo lugar entre los días 4 y 5 de febrero de 1860. Son estas visiones de dos grandes pintores catalanes, Mariano Fortuny y Salvador Dalí, en las que sorprende la fuerza inmensa con la que es interpretado un hecho bélico que tuvo gran influencia en la España contemporánea y posterior a la batalla. Y lo hace no solo por lo separadas que se encuentran la una de la otra en el tiempo sino, especialmente, por la forma rompedora de expresión artística de sus creadores.
Las páginas de la historia de España están repletas de acontecimientos negativos y positivos, como ocurre en el resto de los países. Pero existen años donde predominan las buenas o las malas noticias, los llamados annus mirabilis y annus horribilis. Felipe II tuvo que soportar un año horrible en 1568 cuando sufrió la rebelión de las Alpujarras, el fallecimiento de su hijo Carlos, poco más tarde la de su mujer Isabel de Valois y, por último, la revuelta flamenca tras la ejecución de los condes de Egmont y de Horn. Con estos sucedidos el príncipe de Orange lanzaría una campaña anti felipista que, a través de la ópera de Verdi Don Carlo, continúa recordándose en la actualidad. De igual modo se dan años en que se concatenan sucesos gozosos que reclaman nuestra atención, sobre todo en momentos de baja moral de la ciudadanía. Si repasamos la historia de España, salvo el año glorioso de 1492, será difícil encontrar otro que supere a 1625 en acontecimientos favorables. Hacía poco que Felipe IV había subido al trono y, algo menos desde que falleciera Baltasar de Zúñiga, por lo que su sobrino Gaspar de Guzmán, el futuro y poderoso conde-duque de Olivares, actuaba como valido.
En el combate moderno la acción se apoya en el despliegue coordinado de multitud de sensores y sistemas interconectados que contribuyen a la seguridad de las unidades y facilitan el cumplimiento de la misión. Ante la diversidad de amenazas presentes es imperativo proteger al soldado, para lo cual, además del equipamiento individual y el blindaje de los vehículos, es necesario establecer una burbuja multicapa formada por una combinación de soluciones virtuales y físicas. En este artículo se analizan algunos conceptos útiles para reducir la vulnerabilidad del combatiente.
Las armas nucleares han sido objeto de diversos tratados multilaterales para controlar las pruebas de ese armamento, evitar su proliferación, lograr su reducción y si es posible su prohibición. La URSS desarrolló pronto su arsenal de armas atómicas hasta llegar a tener más ojivas nucleares que los Estados Unidos. El resto de los Estados con armas nucleares desarrollaron más tarde unas capacidades limitadas. Durante la Guerra Fría, las entonces dos grandes potencias basaban la disuasión y su última defensa en la llamada triada nuclear conformada por la integración de tres sistemas redundantes para el lanzamiento de armas nucleares. Desde el comienzo de este siglo se ha detectado una tendencia a abandonar los acuerdos sobre control de armamentos tanto multilaterales como bilaterales. La salida de los Estados Unidos y Rusia del Tratado bilateral INF en agosto de 2019 tuvo su antecedente en el año 2002 cuando EE. UU. abandonó el Tratado sobre Misiles Antibalísticos (ABM). La extinción del INF es una señal de que el régimen de control de armamentos se está erosionando paso a paso. Ese deterioro se estima muy peligroso pues no hay que olvidar que existen todavía en el mundo numerosas armas nucleares.
Análisis de la cultura militar como cultura corporativa, como la argamasa que da cohesión a las Fuerzas Armadas y facilita la integración de sus miembros. Descripción de ésta desde los valores y principios de la Institución, de la cultura militar como cultura del honor y cultura heroica. A lo anterior se une el análisis de la disimetría que existe entre la sólida cultura militar y los valores y referencias éticas de una sociedad cada vez mas liquida y los problemas que puede generar. En un mundo que evoluciona a tal velocidad que hablar de “en el futuro lejano” son 25 años de espera y decir que “nunca va a pasar” cambia y pasa a los 50 años. El mundo actual de la química orgánica pasará en gran proporción al de la inorgánica. Finaliza el texto con una comparación entre los fines de la cultura de seguridad nacional, propios del Departamento de Seguridad Nacional, la cultura de defensa, propios del Departamento de Cultura de Defensa del Ministerio, ambos con proyección a audiencias externas y la cultura militar, como cultura corporativa ejemplar, es decir cultura interna de las Fuerzas Armadas y que la Academia pretende difundir por su carácter ejemplar.
Exégesis estratégica. Acción, efecto y emoción en la toma de armas del héroe junto con la obtención de jerarquía de recompensas por acción u omisión, deducido de la primera parte de la obra El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha de Don Miguel de Cervantes Saavedra. El brevísimo extracto que se incluye a continuación se deriva de la tesis doctoral del mismo título que defendió el autor en febrero de 2015 en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.
Como Practicante de Farmacia de la campaña de Portugal de 1847, Gregorio de Valencia y Orús inició sus servicios en el Ejército. Fue Soldado, Cabo y Sargento del Regimiento de Infantería Castilla nº 16, con quien participó en distintas operaciones en Cataluña. Tras su paso por el Real Cuerpo de Guardias de la Reina, ingresó en la Guardia Civil como Subteniente, ocupando destinos en unidades de Zaragoza, Madrid, Cuenca, Lérida, Castellón y Sevilla. Ascendido a Brigadier, prestó servicios en el Ejército del Norte. Ejerció los cargos de Jefe del Cuerpo de Orden Público en Madrid, Inspector General de Seguridad y Comandante General de Somatenes de Cataluña.
Cada fragmento de nuestra existencia como nación ha sido reflejado en muchas ocasiones a través del cine. Diferentes periodos históricos han sido expuestos al ciudadano con profundidad asimétrica, e incluso con escasez como el caso de las gestas del Gran Capitán, los conquistadores españoles o los Tercios. Uno de esos periodos que han quedado débilmente mostrados en el cine y que, por tanto, son muy desconocidos por gran parte del pueblo español es el relativo a la denominada “guerra de África”. Cabría preguntarse si en nuestra filmoteca hay reflejo cinematográfico sobre la actuación española en África y analizar que producciones se pueden destacar.
Es común caracterizar el siglo XVIII como el de la razón y de las luces, y fueron una y otras las que llevaron a un nuevo modo de concebir la guerra, a una nueva mentalidad que se reflejó en el ejército y la marina. Las limitadas economías de los estados no podían seguir sufriendo los temerarios derroches de la guerra de los Treinta Años. Si los ejércitos aumentaban considerablemente su volumen, tenía que ser a cambio de proteger celosamente los efectivos humanos y materiales, que suponían una gran inversión difícil de reemplazar. Ello dio lugar a otras formas de confrontación armada, en las que, paradójicamente, aquellos incrementos de efectivos dieron como resultado una menor ferocidad en las guerras.
Los gemelos digitales son una de las tecnologías facilitadoras de la cuarta revolución industrial, y más prometedoras en al ámbito de la ingeniería de sistemas. Los gemelos digitales son conjuntos de modelos que representan un sistema físico. Es esencial asegurar un control bidireccional de la configuración, de modo que el sistema virtual sea siempre una réplica fiel del físico, y viceversa. Los gemelos digitales ayudan a reducir la brecha de capacidades que experimentan los sistemas en sus vidas operativas
Si algo caracteriza la sociedad de la información en la que se desarrolla la postmodernidad es, precisamente, la difuminación de las fronteras tradicionales a la hora de hacer uso de las tecnologías. Dicha integración del mundo entero en la ya conocida aldea global ha supuesto, indudablemente, el enriquecimiento del haber comunitario a través de una más amplia distribución de conocimiento. Del mismo modo y por dicha causa se puede sostener que los planteamientos geopolíticos que consideraban periféricos a algunos estados de América, Asia u Oceanía, han quedado igualmente desvirtuados, habida cuenta que la tecnología ha acortado las distancias y el futuro pasa por los centros de conocimiento, innovación y desarrollo, más que por unas coordenadas geográficas concretas. Sin embargo, en el plano negativo, la utilización masiva de tecnologías igualmente ha favorecido la aparición de nuevos retos y amenazas que comprometen la seguridad de los Estados y los particulares. Dichas amenazas, hechas realidad ya en distintos supuestos, se prevalen en gran medida de la condición de tecnodependencia que caracteriza la vida postmoderna para, de manera más o menos sofisticada, dirigirse contra intereses lejanos con una inmediata impunidad, habida cuenta las dificultades que implica la investigación de dichos ciberataques. Cuando los mismos se concentran contra infraestructuras críticas, el riesgo e importancia de la amenaza se multiplica exponencialmente. Frente a ellos, la Unión Europea y los Estaos Unidos han desarrollado diferentes iniciativas tendentes a afrontar dichos riesgos derivados de ciberataques contra infraestructuras críticas.
El honor es una conducta que representa la quintaesencia de la cultura considerada, no es ninguna sublimación intelectual sino algo práctico y real que contribuye a la resiliencia del individuo ante situaciones tan extremas como la guerra y orienta su proceder de modo que también sirve como mecanismo de control. La cultura militar, imprime a los miembros de las Fuerzas Armadas en las Academias y en sus destinos una serie de valores y actitudes que generan unos comportamientos congruentes, los cuales, además, son compartidos a nivel internacional. El factor de diferenciación respecto de la sociedad se sitúa no tanto en los valores como en las actitudes.